A LA VUELTA DE LA ESQUINA DE LA LÍNEA DE LLEGADA

Nuevas y emocionantes noticias del equipo Nuts Over the Atlantic, esta semana enfocadas en su relación con el agua, el manejo de la salud mental y la vida en un espacio pequeño sin escapatoria y miles y miles de kilómetros de mar a tu alrededor. La última vez que consultamos en el rastreador oficial de la carrera, el equipo Nuts aún tenía 1500 km por remar antes de llegar a Antigua (16/01/18, 12 PM).

8 de enero – 21 días remando

«Los últimos 21 días realmente nos han hecho apreciar que tan poderoso puede ser el mar y que debe ser tratado con respeto. Hemos estado atrapados en dos corrientes sin poder movernos por 12 horas, a pesar de estar remando constantemente. Hemos sido arrojados al mar por olas pequeñas de hasta un metro de altura tan solo por la cantidad de agua que hay detrás de ellas. La experiencia más desalentadora, sin embargo, ha sido tener que estar en el agua para limpiar el bote. Elegimos días más calmados en los cuales el agua solo va a un nudo. Sin embargo, incluso a tan baja velocidad terminas siendo arrastrado detrás del bote. Nos dimos cuenta de que si nos caemos al agua y no estamos atados, sería casi imposible recuperarnos. ¡Esto ha hecho que nos aseguremos de estar constantemente atados al barco!

Sin embargo, a pesar de que puede ser implacable y agresivo, el océano es realmente increíble. Cuando está calmado en una noche de luna llena, es como un espejo. Puedes ver el reflejo de la luna y las estrellas y escuchar tan solo el sonido de los remos cuando se hunden en al agua. Remar en estas condiciones ha sido realmente asombroso. Cuando estas limpiando el bote y miras hacia abajo, solo vez azul. Es intimidante pensar en lo que podría haber debajo, pero aun no hemos visto nada salvo peces voladores, por eso nos damos cuenta de lo grande que es el océano y de lo solitario que podría ser si hiciéramos el desafío solos.

Si bien luchar contra aguas turbulentas, cuando van en contra de tu dirección es horrible, las condiciones difíciles son también las más emocionantes y te hacen ir mas rápido. Cuando al remar levantas la cabeza y ves una pared de agua más grande que una casa de dos pisos piensas dos cosas: a) ¡por favor no voltees el barco, b) ¡espero que logremos cogerla bien así podemos surfear! Siempre hay que evitar el primer pensamiento. Sin embargo, controlar el tiempo de cada remada hasta la perfección para asegurarse de maximizar el tiempo que estas surfeando la ola es emocionante. Es una experiencia que probablemente no volveremos a tener después de este desafío, descender por una ola de 12 metros en el medio de la noche no se puede describir, es mejor que cualquier visita a un parque de atracciones.

Coger agua del mar para beber ha sido una de las tareas más fáciles en este desafío. Utilizamos una transformadora de agua “Osmosea” otorgada por uno de nuestros patrocinadores, Jim Cudd de Sailfish Marine. Succiona el agua del mar y luego, bajo presión, empuja el agua a través de un filtro y una membrana para producir el agua más pura que jamás tendremos. ¡El aparato ha funcionado a la perfección desde el día uno, y cruzamos los dedos para que siga así!

15 de enero – 28 días remando

Este desafío es una de las cosas más difíciles que hemos hecho. Sin embargo, no es remar en sí lo que ha sido difícil. Fue simplemente llegar a la línea de salida.

Además de trabajar a jornada completa para hacer una página web, administrar cuentas en redes sociales, someternos a entrenamiento especial, comprender y obtener el equipamiento necesario, organizar la construcción del barco, preparar y asistir a eventos de RRPP y finalmente buscar empresas u organizaciones que quieran ser nuestros patrocinadores, también tuvimos que lidiar con la mala suerte con nuestro barco.
Firmamos un contrato e hicimos un depósito para construir un barco nuevo en enero del 2017. La fecha de entrega acordada era a finales de junio de 2017. Cuando llegó junio, se nos informó que habría una pequeña demora, pero que estaría listo para mediados de julio.
Cuando fuimos a recoger el barco en julio, no era más que una carcaza. Todavía no lo habían pintado, no se habían colocado las escotillas, por lo que no era hermético, no se había instalado el equipamiento para remar, y no tenía ningún aparato electrónico.

Este fue el primero de nuestros principales contratiempos con el barco y nos tomó completamente por sorpresa. El fabricante nos informaba a menudo sobre el estado del barco pero todo terminó siendo una completa mentira.
Necesitábamos que el barco estuviese listo para el agua para varios eventos que nos habíamos inscrito y habíamos pagado para participar; entrevistas en televisión y el festival de Bristol de Harbourside. En consecuencia, pasamos las siguientes dos semanas contactando frenéticamente a cualquiera que estuviese involucrado en el remo en océano para intentar conseguir un barco prestado. Comprensiblemente, no muchos estaban dispuestos a confiarle a un equipo que nunca habían visto un barco de £60.000. Sin embargo, logramos encontrar uno la noche anterior a nuestro primer evento, por lo que hicimos un viaje de ida y vuelta de 13 horas para buscar el barco y llevarlo a Bristol. Llegamos a las 6:00 y el evento empezaba a las 7:00; lo habíamos logrado.

Esas dos semanas fueron absolutamente estresantes, y no teníamos deseos de repetirlas. Como consecuencia, decidimos llevar nuestro barco a un fabricante diferente.

Se firmó un nuevo contrato y se acordó una fecha de entrega para finales de septiembre. Esto nos permitiría cumplir con las horas obligatorias con nuestro barco en el agua para tener permitido participar en el desafío Talisker Whisky Atlantic Challenge.

Habíamos aprendido la lección y, a pesar de que nuestro barco estaba en Escocia, hicimos vivistas regulares al fabricante durante todo agosto para monitorear el progreso.

Todo parecía estar bajo control hasta que nos informaron que por «problemas de personal» nuestro barco no estaría listo hasta fines de octubre. Nuestro bote debía ser enviado desde el Reino Unido a La Gomera el 28 de octubre, por lo que esta nueva demora fue una noticia devastadora.

Después de contactar a cada agente de envíos en el Reino Unido, nos dimos cuenta de que nuestra única opción era conducir el bote hasta la línea de salida. Esto nos daría cuatro semanas adicionales en el Reino Unido para llevar a cabo las horas en el agua antes de partir hacia La Gomera.

Desafortunadamente, este segundo fabricante de barcos también nos decepcionó. En resumen, el barco no estaba del todo listo antes de que dejáramos el Reino Unido y conducir con el barco durante siete días hasta La Gomera.
Esta nueva ronda de retrasos en la construcción significó que tuvimos que terminar de construir el barco nosotros mismos en La Gomera y empezar nuestra cruzada tres días después que el resto de los participantes de la carrera.
La demora de tres días para empezar nuestra aventura significó que nos perderíamos las condiciones favorables que los otros participantes recibirían. Esto implicó que nuestros dos objetivos para esta carrera, ganar en clase pura y romper el récord de la carrera, serían ahora casi imposibles de cumplir.
Mentalmente, esto fue muy difícil de superar. Habíamos pasado dos años de nuestras vidas preparándonos para este desafío. Nos habíamos armado para ser realmente competitivos. Sin embargo, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, habíamos sido decepcionados por dos diferentes fabricantes de barcos que nos habían recomendado, y sentimos como si nuestro sueño hubiese sido robado.

Esto fue lo más duro con lo que hemos tenido que lidiar mentalmente. Juntos lloramos, nos enojamos y nos frustramos. A pesar de todo, juntos también nos ayudamos y nos pusimos nuevas metas basándonos en alcanzar tantos barcos en la carrera como fuse posible. Los mensajes de apoyo que hemos recibido de nuestros amigos, familia y seguidores a través de nuestros canales en las redes sociales y de nuestros patrocinadores fueron de mucha mas ayuda durante este periodo de la que jamás podremos describir.
Esta experiencia nos acercó como equipo y es la razón por la cual no hemos tenido inconvenientes en el océano. Han habido momentos oscuros durante la remada, momentos en los que nos hemos enojado los unos con los otros. Sin embargo, sabemos como cada uno reacciona ante diferentes situaciones porque los últimos seis meses han sido muy complicados. También sabemos cuando necesitamos dejar al otro solo para que tenga un momento de tranquilidad o cuando necesitamos preguntar como se siente cada uno.

La regla en el barco es que si uno va a su cabina en silencio, no quiere que lo molesten, y quiere estar un rato solo. Esto ha funcionado durante los últimos 27 días en el agua hasta ahora, y no creemos que falle antes de llegar a Antigua. Esto, y la comunicación abierta y sincera para discutir cualquier reclamo ha significado que nuestro espíritu de equipo se haya mantenido fuerte y nos permitiera llegar al puesto numero cuatro de 14 en la carrera de los clase pura… lo que no está mal, pero queremos llegar entre los primeros tres puestos!

Claramente, estar en un bote de 9 metros de largo por más de un mes tiene sus propios problemas en sí. Las pausas para ir al baño, comer, bañarse, el mantenimiento y limpieza del barco, ninguna tarea se hace en privado. A pesar de esto, no ha sido un problema gracias a nuestra regla de silencio en la cabina… además, ¡no todos los días vas a hacer tus necesidades mientras masajeas los hombros del remador de en frente! Sin embargo, ¡estaríamos mintiendo si no dijéramos que no vemos la hora de dormir una noche en una cama doble con sábanas limpias!

¡La próxima vez que escuches de nosotros el equipo Nuts ya habrá terminado la carrera! ¿Serán capaces de terminar y romper el récord de remar a través del Atlántico en la categoría barco clase “pura” (35 días o menos)? ¡Nosotros, en Webgains cruzamos los dedos!

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